Ayer pasó el pasado lentamente
con su vacilación definitiva
sabiéndote infeliz y a la deriva
con tus dudas selladas en la frente.
Ayer pasó el pasado por el puente
y se llevó mi libertad cautiva
cambiando su silencio en carne viva
por tus leves alarmas de inocente.
Ayer pasó el pasado con su historia
y su deshilachada incertidumbre
con su huella de espanto y de reproche.
Fue haciendo del dolor una costumbre
sembrando de fracasos tu memoria
y dejándote a solas con la noche.