martes, 8 de febrero de 2011

Refugio

De tanto seguir tus pasos, de tanto buscarte entre las calles, de tarde cuando empieza a enrojecer el barrio; te encuentro e igual te sigo buscando.
Quiero verte al sol echado, ver como transitan por tus ojos el cielo, algunas nubes, la ciudad, el tiempo, la nada, el día, tus pensamientos.
 Más sabes del mundo, más te lastima. Voy a usar tus piernas como guarida. Ya pega la lluvia en mi tejado, dame de refugio tu cuerpo blanco; que me quedo a vivir allí