Una vez yo tuve amor, tanto tiempo en mi pasó.
¿Y acaso de nuevo he de sentir esa misma sensación que mi cuerpo había olvidado?
¡Era mi pequeña flor!
¡Para él yo era una Diosa!
Logró ensañarme el sabor de un beso y el calor de enredarme en sus caricias.
Y fui yo quien un día lo quebró, quien su alma condenó, no pude contener esta pasión de querer poseer también su ser y no tuve compasión y así yo marchité a el que amé
Hoy de nuevo veo una flor, ¿será acaso aquel amor?...
¿Quién eres, de dónde es que tú vienes? ¿Qué magia te ha creado? ¿Por qué te he reencontrado?
Donde estés, allí estaré; donde sueñes, soñaré.
¡Es claro, no ves que hemos logrado eternamente amarnos, el tiempo no ha pasado!
¡Tú y yo!
¿Quién nos puede separar?
¿Quién se atreve a desafiar?
¡La fuerza que hay en mí ahora que estás junto a mí, por los siglos te tendré!
¡Nada me ha de detener te pido espérame que voy a ti!
¡Y por fin sólo para mí serás!