Donde no hay telones ni caretas que me hagan vivir absurdas mentiras.
Cada escena, es un ensayo, como en la vida. Es un juego serio, comprometido, difícil ; donde se resiste y me enfrento a mi misma, a mis miedos, mi desconfianza.
Un universo en el que aún sabiendo lo que sucede de principio a fin, es una continua sorpresa y desafío.
Los aplausos que logran felicidad y a la vez la sensación extraña de sentir que no son tu merecido.
Aprender a verte reflejado en los ojos del otro y percibir su felicidad. Es ver el mundo de una manera, que pocos pueden comprender. Ver la complejidad de la insignificancia.
"El teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma."